En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

viernes, 28 de octubre de 2011

Para sobrevivir en la oficina (o por lo menos para no parecer un locón de aquellos)

1) Si alguien trae un bebé, acércate a verlo. Bajo ninguna circunstancia te quedes sentada terminando el cerro de papeles que te faltan. Dedica aunque sea un minuto a mimarlo, a decir: ¡qué lindo bebé! Aunque seas Herodes, aunque odies a los chibolos y no hayas cargado ni a tu hermanita menor, cárgalo, mímalo y si va a ir varias veces aprendete su nombre. No importante si es el bebé del jefe, de la Sra. de la Limpieza o de tu compañero de escritorio, es un bebé y a los bebés de oficina para no parecer una bruja maldita y amargada hay que "chochearlos", hay que hacerles sus gracias, sino en el almuerzo todo el mundo rajará de lo amargada que eres, de estirada que eres, de lo poco sensible...
2) Si alguien se corta el cabello, se pone un conjunto nuevo o ha estado yendo visiblemente al gimnasio debes darle un piropo, él o ella lo desean, quieren ser mirados. Que no se den cuenta que eres un envidios@ o que te importa un carajo su belleza y esbeltez. Tú alaba, di una pequeña palabra, sino serás catalogada de mesquina, poco sociable y hasta envidiosa. Hazalo, créeme.
3) Almuerza con ellos (por lo menos algunas veces). Has caso omiso a ese típico momento en que todo miran  las loncheras de todos, y todos meten mano a las loncheras de todos, y todos rajan discretamente de la comida que te hace la mamá, la hermana, la novia, la esposa o la chacha. Todos comentan o te piden o te preguntan las recetas. Tú sonrie. Has lo posible por compartir. Comparte aunque sea dos palabras. Aunque quieras quedarte en tu oficina viene Cinetube, Series en Cuevana o en el Facebook, comparte sino serás una paria, una marginada, una creída, un indivilualista y quedarás aislada.
4) Si tu jefa está visiblemente altearada o con visos de empezar a irritarse o ya se van cumpliendo 28 días desde la última vez que te gritó no le respondas. No importa que tengas la razón. No importa que esté daltónica y vea rojo en vez de verde. Tú CALLA, por amor de Dios, calla y sálvate. Porque sino pagarás los platos rotos de todo. Ella no se puede culpar a una misma pero te culpará a ti. Si tu jefe es hombre tb calla, tú eres mujer, él es hombre, es el que "manda", y tú terminarás pagando los platos rotos también.
5) No chismees. Por favor, no lo hagas. Evita comentarios tendenciosos que pueden ser malinterpretados.
6) Cuídate de la secretaria. La secretaria es tu peor enemigo. No es tu amiga. Así salgan a almorzar juntas, así beban cafés por las noches a la salida de la oficina, así hayan intercambiado secretos y rajes. No es tu amiga. Es amiga del jefe. Es los ojos y oídos del jefe. Ese es su puesto. Ese es su lugar. Te cagará si tiene que hacerlo pq esa es su chamba. Témele. Respétala. Tenle cuidado. Pasa caleta con ella. Pero cuida tu boca. Siempre cuida tu boca a su lado. Siempre.

Luego de haber fracasado en todas estas cosas, espero que a ustedes les sirvan. Guerra avisada no mata gente, decía mi profesora de matemáticas de cuarto grado, y tenía razón.

martes, 25 de octubre de 2011

Problemas

La ansiedad se vuelve presa de mi. No sé esperar. Nunca he sabiado. Y cuando hay problemas lo primero que hago es suavizarme, sentirme laxa, tonta, sin ganas de comer, con un dolor que sube del estómago a la garganta y baja de la garganta al estómago, y me atropello y me siento mal y sufro. Y además me da una culpabilidad infundada y siento ganas de pedir perdón (así no sea mía la culpa), de disculparme para que nadie me trate mal, para que nadie me deje de lado, para que nadie me haga sufrir, para que no me dejen sola y para que no le sea indiferente a la gente que está molesta. Y entonces me pongo servil y busco excusas para hablar, para toparme contigo, para decirte cualquier cosa en la que me puedas lanzar un sonrisa, en la que me puedas mirar, en la que tengas que hablarme, para saber si efectivamente sigues o estás molest@. Y puedo seguir haciendo esto ad infinitum hasta que por fin me des un gesto de aprobación cualquiera que sea y yo pueda volver a circular en paz, a dormir en paz, a caminar en paz. Y hago esto hasta con la gente con la que yo debería estar molesta, hasta con la gente a la que debería mecharme, hasta con la gente que me ha hecho mal. Soy incapaz de dejar de hacerlo. De tranquilizarme, de ponerme fuerte (yo que soy tan fuerte, yo que digo mas cosas tan duramente), me vuelvo una melcocha, una nada, un suspiro, una malagua. Me rebajo, me hago pequeñita e insignificante y sensible y tengo ganas de llorar todo el tiempo, tengo ganas de correr, no tengo ganas de trabajar y empiezo a sonreír y a saludar amablemente y a hablar más candorosamente pq no me queda otra cosa por hacer.
Ya estoy harta que todo esto me pase, que siempre tenga que ir detrás de las personas buscando su perdón-de-nada, su aprobación, su voz, su cercanía, buscando desesperadamente que no estén molestas conmigo. Ya estoy harta de todo eso. ¿Cuándo voy a empezar a darme mi lugar? ¿A ofenderme cuando me vapulean? ¿A no ser siempre yo la que pague los platos rotos de todo, incluso sin saber de que? ¿Cuando voy a empezar yo tb a tomar la misma actitud distante y castigadora que la gente toma conmigo cuando está molesta en vez de ir tras ellos como un perrito faldero? Necesito serenarme, mirar las cosas en perspectiva. Aprender a esperar. No desesperarme. No corretear. Prometo aprender a darme mi lugar. A no estar más buscando una palabra, un color, un gesto. A saber que la gente tb tiene que ganarse mis palabras, mis colores y mis gestos. A que la gente tb tiene que aprender a respetarme. Si yo no me respeto, si yo misma voy a por alli pidiendo perdón a la nada y buscando que no me choteen desesperadamente, ¿cómo diablos voy a ganar el respeto de la gente? ¿Cómo voy a esperar que ellos me respeten si así yo misma me pierdo todo el respeto? No voy a hacer más eso. Debo hacer ese compromiso conmigo misma. Debo tratar de fortalecerme poco a poco. Poner las cosas en su lugar. No darle mayor peso a todo esto. No dejar que me afecte demasiado. Los círculos se abren y se cierran. Y yo soy muy manipulable con estas cosas, no puedo tolerar la desaprobación y me da miedo que me dejen de lado, me da miedo que empiecen a obviarme, que me traten mal, que no me traten. Y todo esto me deja hecha mierda y mi actitud de ir atrás y atrás no me deja más que sinsabores y comprobaciones que a veces pueden ser efectivas y otras no. Comprobaciones que en la mayoría de los casos solo alientan mi paranoia. (Y a la paranoia no hay que darle de comer, sino crece y crece incontrolablemente hasta que no te deja dormir, ni comer, ni vivir). Finalmente yo siento que debo hacer todas esas cosas pq siempre he pensado que debo ganarme a la gente, pero creo que ya debo dejar eso. Si alguien se molesta y de la nada... QUE SE JODA! Su bisnes no el mío. Si alguien me quiere tratar así... SU BISNES NO EL MIO! Yo debo concrentrarme en estar tranquila, en estar contenta, ¿pq voy a dejar que me jodan? En último caso si todos estos círculos se cierran tengo muchos otros con gente que me aprecia, que me quiere de verdad, que mata por mi y tengo un novio guapo que siempre me tiende su mano y al que puedo chifarme todo lo que quiera para sacudirme la pena. Finalmente igual no terminaré siendo una paria dentro de todos los círculos por más que se acorten, y gracias a Dios, siempre hay gente que lo quiere a uno o cuando menos gente con la que te la puedes pasar bien y tomar un café y reírte un poco. Y tb prometo -para que no se me vaya a ocurrir- no empezar a ponerme "servil" con ellos ni tener que ganármelos o hacer algo para que potencien su buena onda conmigo, yo tengo que entender que las cosas deben fluir y que no puedo ir detrás de las personas, las cosas tienen que fluir.
Resoluciones para esta semana:
1) Tranquilizarme
2) Esperar
3) No ir detrás de nadie: no propiciar diálogos, no propiciar que me den indicios de cosas
4) Resolver las cosas hablando cuando hayan los espacios para hablar
5) Tratar de estar bien: no tengo pq ahogarme en este vaso de agua, tengo que tomar el poder sobre mí misma, finalmente yo tengo en mi corazón que no he hecho nada malo, ¿pq debería sentirme yo mal?

viernes, 7 de octubre de 2011

Voragine

Antes era fan de las noticias policiales, me gustaban, sobretodo los climas pasionales, encontraba cierta fascinación perversa en saber quien había matado a quién acompañada de qué amante o por qué una mujer había envenenado al marido, seguro era alguna manera de hacer catarsis. De un tiempo a esta parte han dejado de gustado (aunque a veces sigo encontrado el antiguo morbo por los crimenes pasionales), pero me duele más reconocerlos como historias reales. Cuando aparecen allí en los diarios como historias de suspenso o terroríficas de un libro de mujeres asesinas o una antigua tragedia griega me parecen increíbles (algo así como si la realidad superara a la ficción, como si uno pudiera darle de comer a su morbo interior leyendo esas tragedia, ¿no era acaso la catarsis la finalidad de la tragedia?). Pero me cuesta mucho más imaginar esas noticias como hechos reales, tangibles, que le ocurren a personas concretas con nombre y apellido y que están por allí caminando por las calles en una realidad bastante real. Entonces la fantasía malsana de asesinar al maldito infiel o de matar al amante-rival toma cuerpo y alma y me es más difícil, simplemente más difícil... Como cuando veo los noticieros de la mañana y ni que decir de los noticieros de la tarde o de los programas dominicales, es demasiado: que el papá que violo a la niña (es algo realmente asqueroso que te hace olvidarte de los derechos humanos y desear que le hagan todas las atrocidades posibles a ese hdp), que la sra. llorando pq mataron a su hijo, que la familia enterándose que la mamá murió en un choque, es demasiado.
Quisiera que hayan noticieros que solo den buenas noticias (pero las buenas noticias no venden, las buenas noticias no se difunden). O por lo menos preferiría ver a Susy Díaz casándose 20 veces más o cualquier otra tontería cholliwoodense que me haga reír y empezar la mañana bien, divertida, con ánimos de ir a trabajar y ganas de reírme de la vida. Pero como eso no pasa, ni pasará, como dice el búho: "apago el televisor" (pero como yo no puedo apagarlo pq soy adicta a la tv cambio mis mañanas a las series de Warner Channel, por lo menos me hacen reír).

domingo, 2 de octubre de 2011

Me gustaría verte...

...y contarte muchas cosas, que este año he estado por morir varias veces, por ejemplo, y que me he sentido fatal, realmente fatal, y que he sentido que las fuerzas me han abandonado, nadie entiende mejor que yo los asuntos de las enfermedades, el miedo, la proximidad de la muerte, pero por otro lado soy consciente que hay cosa que no entenderé, cosas de las que no podríamos hablar, pero igual: me gustaría verte.
Me gustaría contarte que después de todo estoy bien, que ahora siente que las tormentas se están alejando, no han pasado del todo, pero se alejan. De todos modos, a mi me gustaría hablar y hablar como si fueras el amigo con el que se puede recuperar el tiempo, pero serias el amigo culposo, porque verte es querer que veas que estoy bien, que todo esta bien, que ahora me pinto los labios de rojo y que quizá puedas encontrar lindo eso, o que ahora uso zapatos de taco (y quizá puedas encontrar lindo eso). Y entonces te miraría (no podría dejar de mirarte por un momento largo). Y entonces tornearía los ojos y te pediría que no me mires (si es que tú me miras) . Y entonces yo me daría cuenta que lo más negro que está en el fondo de los corazones nunca muere y de que yo soy una niña buena que juega a hacerse la mala, pero que no soy nada de eso y que nada me sale bien.
A lo largo de todos estos años he pensado tantas, tantisimas veces que me gustaría verte, y he imaginado nuestros encuentros de todo tipo, en diferentes situaciones y de varias formas y en todos los momentos. Lo cual es algo muy absurdo porque este año he adquirido la total certeza de que no te volveré a ver más y tú serás parte de mi mitología personal, y de lo que siga escribiendo y serás la persona que quiera volver a ver.
Me gustaría verte para decirte: gracias (es bonito, es muy bonito, tener alguien de quien poder escribir).