En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

jueves, 16 de junio de 2016

Alea jacta est

El otro día he enviado un mensaje de texto a mis amigos enseñándoles el parte de mi matrimonio. Como un chiste le coloqué a la foto la leyenda: "la suerte está hechada". Pero de alguna forma es verdad. Las cartas han sido repartidas, yo he jugado por largo tiempo y ahora me encuentro frente a él en una mesa que por momentos se hace larga y otros pequeña. Nos colocamos frente a frente y nos miramos. No sé, los dados ruedan, las cartas caen y aunque el partido va a acabar, yo siento que recién empieza. Falta un mes, un mes a partir de hoy, y desde ahora los días se harán pequeños y el tiempo correrá como la rueda de un hamster. Aún me faltan cosas por hacer, por comprar, por planear y mientras escribo esto me salta el corazón terriblemente. Mejor ya no escribo, mejor voy a hacer un espacio para la cordura (que no ha sido mucha en estos meses). Solo quería comentar esto y pensar un poco en esa frase que mandé.