En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

jueves, 27 de enero de 2011

Tu espejo


Es un estúpido, no es detallista, no me comprende, anda de gilero y encima cree que puede hacer lo que le da la gana, estaba hablando de él, pero según Miguel también estaba hablando de mí, porque Miguel, que tiene toda la sabiduría del mundo, y a este punto puedo decir que sus consejos han mejorado mi vida en un 70% (el otro 30% es mi culpa por no cumplirlos), dice que "cuando hablas mal de tu pareja hablas mal de ti". Y hace unos días volví a leer eso en un libro de una mujer y para mujeres que hablaba del matrimonio y las relaciones.
Yo soy detallista, comprensiva y no soy gilera, entonces no estoy hablando mal de mi. Y Miguel me dijo que no era así, que si yo consideraba que mi novio era una "basura", entonces yo tb era otra por estar con alguien así y no dejarlo (claro, Miguel no dijo basura, ni porquería, ni nada parecido, pq Miguel es muy educado y siempre habla con propiedad). Y yo empecé a pensar si él era igual que yo, empecé a buscar las similitudes, las correspondecias, los mismos rasgos, las igualdades entre mi gemelo diabólico y yo (y me acordaba de la frase "nos quemaremos juntos en el infierno").
Miguel también me dijo que no me queje tanto que él puede ser así, yo puedo ser otro tanto de cosas terribles pero que seguro ninguna de esas cosas horribles eran lo suficientemente fuertes para separarnos (en realidad dijo: lo suficientemente molestas para mandarse al diablo), que quizá había cosas más fuertes (allí si dijo "fuertes") que nos unían, y que lo que había que hacer era trabajar en eso que nos molestaba.
Todas las cosas trascentales se me ocurren (o me ocurren) en el micro, en los taxis o en el baño, y el otro día en el taxi encontré la respuesta, el porque tú y yo somos iguales y el porque yo -pese a quien le pese, aunque creo que a nadie le pesa-, me cojudee quien me cojudee -chúpate esa, negrito-, o me dé muchas razones por las cuales yo no debería darte mi voto de confianza o porque la gente no cambia o porque estoy más que loca (o necesitada como me ha dicho una vez un amigo), porque aún después de todo puedo darnos una oportunidad y decir que ambos somos iguales: es poque los dos somos ex ... o en vías de recuperación:
  • ex infieles (o tú por lo menos en vías de recuperación, espero)
  • ex mentirosos patológicos
  • ex floreadores
  • ex arrepentidos y culpables por las cosas que hemos hecho
  • ex inconcientes
  • ex pasivos agresivos
  • ex ansiosos (yo en vías de recuperación)
  • ex metedores de pata
  • ex jodidos
  • ex alpinchistas
...porque yo he sido igual que tú y ahora tb soy igual que tú pq quiero cambiar

lunes, 24 de enero de 2011

Puertas

Voy a cumplir 30 años, "la edad del stress", y ya no creo en príncipes azules ni rosas. Ya no creo en los príncipes. Conozco amigas que tienen príncipes (como el que yo tenía; que era el príncipe que mis amigas querían) pero ahora los miro con desconfianza.
Voy a cumplir 30 años, ya no creo en "el amor de mi vida". Solo sé que tuve una largo, apasionado, vehemente y desbordante gran amor, que fue un mal amor. Y ya nunca quiero ni me enamoraré así. Sería imposible tendría que tener 19 años de nuevo y ser tan tontita (con cariño) y tan poco conocedora de las dinámicas amorosas como entonces. Y yo no voy a volver a tener 19 años ni voy a permitirme retroceder a esa edad. Por lo tanto ya no me voy a enamorar así (ni quiero). Fue bonito pero doloroso, brumoso, jodido y terminó haciendo pagar justos por pecadores. Pero ahora voy a cumplir 30 años y veo todo eso con distancia y no considero que ese chico por el que yo hubiera hecho literalmente cualquier cosa (claro, que para eso el hubiera tenido que pedirme que hago algo por él, algo que no fuera "dame más espacio", "no me controles" o "déjame hacer las cosas a mi ritmo") sea el "amor de mi vida". Claro muchas veces he dicho que lo es. Muchas veces lo he pensado. Pero ahora que voy a cumplir 30 años y he volado mis millas estoy 100% segura que no lo es. Que es mi amor de corazón abierto, mi amor de probar límites, mi amor con ímpetu y con la fuerza del amor, pero no es el amor de mi vida y no me apena haberlo perdido y no me apena que ahora no este en mi vida y no sufro por aquello de "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". Ahora yo solo me limito a quererlo, a llamarlo cuando quiero saber de él, a ponerme feeling cuando quiero decirle cosas feelings y es bonito, bonito saber que quisiste tanto a alguien, bonito que alguna vez tuviste 19 años y estabas dispuesta a sacarte el corazón del pecho para dárselo a alguien y llorabas la vida cuando alguien te decía que no. Pero to siempre quise que este chico fuera mi maestro (no por ser mayor que yo, sino pq había vivido). Pero él nunca quiso serlo, nunca me dio clases. Yo aprendí de él, mucho, un montón no cosas buena necesariamente, pero aprendí. Pero vamos, yo tenía 19 años y quería sexo, drogas, alcohol, alcohol (bueno, suprimamos las drogas que nunca me han interesado y el alcohol en diluviales cantidades). Yo aprendí con él, sí, pero no me enseñó, no sé si se entiende la paradoja.
Y ahora, que voy a cumplir 30 años, quiero cosas, muchas cosas. Quiero una cuenta de ahorros, una casa, un anillo, un hombre bueno que no sea cerrado de corazón ni de mente ni de boca, viajes y una familia alguna vez. Y quisiera, sin embargo, no haber aprendido de la vida lo que he aprendido (por aquello de que "los idiotas son más felices") y quizá ahora sería más feliz y no me hubiera vuelto tan escéptica y no tendría que ir a hablarle a ojos azules de mis males y tantas cosas... Voy a cumplir 30 años, ya no siento que deba ir tan despacio como antes, una tarde sexo duro me agota, lloro con peliculas fresas y sé trucos interesantes en la cama. Pero aún ando en busca del equilibrio entre mi recién aprendido escepticismo y ser la niña enamorada (la princesita del príncipe). Ahora solo sé que ya no existen príncipes, que yo no soy ni por asomo una princesa, pero que me siento contenta y orgullosa de las decisiones que he ido tomando (ahora sí siento que todo lo decido, no que las cosas me deciden a mi). Y me siento con el nuevo espacio que he creado para mi y con no querer comparti mi espacio ni con el chico que camina a mi lado ni con gente que no quiero. Ahora siento que tengo un mundo y que yo invito a quien quiero a entrar y le abro solo las puertas que deseo no las que la sociedad dice, no las que mis amigas abren, no las que las mujercitas deberíamos abrir... Y me siento bien así. Me siento contenta así. Quizá dentro de un mes quiera más, quiera otras cosas. Quizá la situación cambie y yo vuelva a ser un mujercita fresa y estará bien si eso es lo que quiero entonces. Pero por ahora estoy conmigo y con los que decido hacer entrar a donde yo quiera.

viernes, 7 de enero de 2011

una vez tuve un ex-novio guapo del que soy su stalker en el facebook (qué roche!) y a veces la envidia me hace decirle "perra" a su señorita novia con anillo.
una vez tb tuve un ex-novio feo (al que yo seguiré llamando mi ex, aunque todo el mundo me diga que eso fue una pendejada mía y que no cuenta como ex porque nunca estuvimos, pero para mí siempre será mi ex).
una vez tuve un ex-novio que me sacó la vuelta y yo lo perdoné (tonta de mí!).
una vez tb le saqué la vuelta a un novio al que a veces me gusta llamar "pelucón", otra veces "amor de mi vida", otras "la mejor lección que aprendí", pero cuando lo veo solo le doy un abrazo con cariño de maestro.
una vez tuve un chico que estuvo enamorado de mí casi toda su vida y cuando veo su felicidad de novela: nuevo depa, relación estable, trabajo interesante en profesión no liberal pero bien remunerada, a la egoísta de mi le duele no haberlo por lo menos intentado un poquito más (porque vaya que me quería y cómo no querer a quien te quiere bonito).
una vez yo estuve detrá de un profesor (que me gustaba muchísimo por todo ese rollo de las relaciones de poder) y con quien salí clandestinamente varias semanas y que me dejo los primero moretones invisbles en mi cuerpo.
una vez hubo un chico enamorado de mí que me mandaba cua cuas (chesss debí haberlo conocido).
en el cole no tuve ningún novio (por lo menos no del colegio, porque seguro me consideraban una niña un poco fea).
una vez tuve un mejor amigo con el que me escape en un viaje clandestino, y otro mejor amigo al que convertí en mi amante, y otro del que he jurado que nunca más hablaré por respeto a su aro de matrimonio y gemelos, y otro mejor amigo que me gustaba mucho hasta que se convirtió en lo que es... un mejor amigo (y si me preguntan si me gustaba o si alguna vez pensé en él en mi primera noche solitaria y adolescente, lo negaré hasta el día de mi muerte).
una vez tuve fui la anfitriona de línea caliente para alguien y se me ocurrió hacer un proyecto para probar a los hombres como conejillos de indias y vaya que funcionó demostrándome mejor que nunca que -como una vez me dijo mi mamá- los hombres son unos miserables (pero cuánto los queremos).
ahora tengo un novio al que consideraba muy muy guapo y muy muy alto y muy muy bueno (ahora he suprimido un muy a todo eso y me parece curioso ver como su cabeza se va llenado de canas grises, que bueno, lo hacen ver mucho más interesante pero también más viejo).
ahora tengo casi 30 años y me tengo a mí (en mis buenas y en mis malas) y tengo al dr. miguel y a la lista de pendientes de "cosas que debo controlar" y bueno, eso me hace feliz.