En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El niño


Desde que naciste todo el mundo empezó a hablar de ti. Las cosas empezaron a girar alrededor de tus visitas, tus pequeños logros y todos tus problemas. Si estabas en la casa todos venían a verte. Si estabas lejos y todos teníamos un poco de tiempo, corríamos a verte. Te mimamos todo el tiempo. Si veíamos algo lindo pensábamos en ti y lo comprábamos. Yo empecé a llevarte a la tienda y comprarte todo lo que quisieras sin límite de precios ni de cantidad: tú siempre fuiste muy educado, muy juicioso.
Si ensuciabas algo a nadie le importaba, ni siquiera a los que no podían soportar ni un poquito de suciedad. Si decías algo malo te disciplinábamos, pero nos gustaba que seas un libre pensador.
Desde que naciste hablábamos de ti todo el tiempo, ya no puedo recordar de qué hablábamos antes, en los lonches, en las cenas familiares, en esos momentos libres del tiempo donde te sientas a conversar y merendar. No lo recuerdo. Venimos hablando de ti hace tanto tiempo, tantas veces, de tantas cosas. Ahora seguimos hablando de ti, un poco más bajo, un poco más preocupados, un poco más enfurecidos (a veces) y hemos empezado a controlarnos cuando querernos reírnos de alguno de tus disparates. Y todo lo que pasa, todo lo que viene pasando, es un poco culpa de ellos y de nosotros. Es un poco culpa de que a veces las cosas pasan y pasan nada más… Pero pase lo que pase creo que la dinámica se ha transformado para siempre. Nunca dejarás de ser tú en nuestras conversaciones, en nuestras llamadas y mensajes de texto, en nuestros momentos libres, en todos los eneros. Serás siempre tú, hasta que en algún momento llegue alguien más y entonces nuestro espacio libre del tiempo se compartirá entre uds., pero igual seguirás siendo siempre tú, tú entre otros, pero tú finalmente.