En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Volver a los 20s

En estos días he sentido que he vuelto un poco a mis 20s. La otra tarde me he reunido con dos amigas de los 20s, dos amigas muy queridas, que en ese tiempo eran mucho de mi mundo. Y nos hemos juntado allí, en la vieja cafetería, que sin tener mucho porque nos hacía confluir a todas en el mismo lugar. Y más tarde me he visto caminando con ellas por esas antiguas calles, con ellas y con ese otro grupo de amigos de los 20s, y con mi novio de los 20s también. Y de pronto he sentido esa sensación, esa sensación tonta de volver a ser la yo que era cuando tenía 20 años y me he puesto a hablar de cosas que pasan, de la salud y la enfermedad, de las toneladas de trabajo, un poco para probarme a mi misma que no había vuelto a tener 20 años, que nosotros, todos nosotros los de entonces ya no éramos los mismos, aunque todo pareciera tan igual, aunque yo caminara con estas amigas y mi novio de los 20s se alejara un poco del grupo para caminar conmigo. Y yo hablaba, hablaba un poco para demostrarme a mi misma que yo había cambiado, hablaba para afirmar que esta no era la misma calle ni el mismo momento y que no se puede entrar dos veces en el mismo río. Y sin embargo la sensación de sentir que había vuelto a tener 20 años de pronto no se iba ni se fue mientras bebíamos un trago, ni se fue durante la conversación de toda la noche, ni se fue mientras caminaba con mis amigas por esas mismas calles en una madrugada que muy bien podría ser la de hace varios años. Y me era tan fácil y tan difícil estar sentada allí como si no fuera la misma y como si las cosas no hubieran dado una vuelta de tuerca impensable. Y ahora que voy a volver a ver a estas amigas siento que quizá el tiempo esté un poco detenido, que todo ese me recuerda quien era yo a los 20 años y es tiernamente doloroso y es ingenuo de mi parte, lo sé. Pero en estos días todo me huele un poco a los 20 años y todo me trae esos recuerdos y esas sensaciones y esos dolores y esa época en la que yo era otra, otra que ya no quiero ser, otra de la que no me puedo desprender totalmente.