En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

miércoles, 10 de enero de 2007

Nuestro inicios de novela (pero de las mexicanas)

Este es para los dos

"al anochecer / cuando llegaron a la frontera / Sandra se dio cuenta de que el dedo le seguía sangrando; ¿debió dar la vuelta y virar el coche?"

"¡yo enloquecí, oh extraño muchacho!, ...y nunca recuperé la cordura"

"las palabras fueron avispas y las calles como dunas cuando aún ME espero llegar"

"él amaba tres cosas en la vida: las canciones vespertinas, las canciones de la tarde y las canciones nocturnas"

"la verdadera ternura no se confunde con nada porque es silenciosa //fuimos un par de mudos"

2 Comentarios:

A la/s 10/1/07 10:56 p.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

ya se, ya se, no todos son inicios de novelas, pero de mis dramones mexicanos quiza...

 
A la/s 11/1/07 5:12 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

silencios transoceánicos que arremeten contra cualquier voluntad fáctica.

 

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