En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

lunes, 1 de agosto de 2011

La insoportable vanidad del ser

En estos últimos días me siento muy vanidosa, presa de mi imagen. Todo comenzó en el verano cuando decidí hacerme unos arreglos de los que no entraré en detalle (es vulgar hablar de clínicas y doctores, enfermedades y puntadas con hilo de gato). Desde que me hice esos cambios me he visto mejor que nunca. Mejor que cuand oestabas en el colegio, mejor que cuando estaba en la universidad y casi al nivel de cuando me dejo el "ex novio del avión". Así he estado mejor cada vez. Con lo cual también hice serios cambios:
  • en mi alimentación
  • en mi bebida
  • en mi régimen de pastillas diarias (todo medicado, nada de locos ni de anorexicas ni bulímicas, dementes, todo bajo el amparo del guapísimo y ollantista Dr. Walter)
Todos esos cambios me han llevado a tener que sacar un carácter y una ecuanimodad que no sabía que tenía, o que en el pasado había explorado hasta cierto límite para luego dejarme vencer por completo por mi deseos y apetencias.
Así que desde el verano luego de meter mis pantalones (pq bajé varios kilos de peso), rescatar ropa que ya no me quedaba y comprar toneladas TONELADAS toneladas de ropa y accesorios nuevos empecé a probar mi nuevo look. Sin mencionar que también decidí hacer un cambio radical en mi cabello y en los tonos de mi maquillaje. Fue un cambio total.
Conclusión estaba más guapa que nunca, atraía más miradas que nunca y estaba más vanidosa que nunca!!!!
Pero no en un sentido externo sino más bien interno. Es decir me sentía orgullosa de mi, mi miraba a cada rato en el espejo, pasaba horas de horas la nocha anterior probándome ropa y escogiendo el look perfecto (accesorios incluidos); y casi me desvelaba por las noches esperando que ya sea mañana para ver cómo me vería, si la ropa iba bien, si los accesorios iban perfectos, si a la gente que estuviera a mi lado le gustaban. Para ser sincera: me volví presa de la atención. Claro, dudo que alguien se haya dado cuenta de esto, nunca lo exterioricé realmente, fue y haa sido algo totalmente interno.
Ahora que veo que todo esto está aún en la punta de la ola (pero ya como bajando) es curioso ver como yo que nunca he sido una persona adicta a la imagen ahora ando un poco presa de mis vanidades. Pero lo mío no es una cuestión de perfección, no me veo perfecta, ni tengo el cuerpo perfecto, ni tengo la belleza clásica, y tampoco me ineresa nada de esas cosas. Lo mío es más bien un culto a la armonía, a la belleza sí, pero lejos de los convencionalismos y la perfección (pq no busco conseguirla). Todo eso es curioso y divertido y me gusta, no voy a negarlo, me gusta....

2 Comentarios:

A la/s 24/8/11 12:40 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Hola guapa, pues ya me percate de eso que comentas en las fotografias que cuelgas...... esa mirada, esos labios ese..... bueno todo.
Así que te felicito. Todo lo que haga que te sientas orgullosa lo aplaudo. Bisous.....


Fernando Durand

 
A la/s 30/11/11 11:20 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

gracias, chico, te mando un abrazo grande!!!!! nos vemos :)

 

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