En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

jueves, 18 de junio de 2009

Maga, te voy a contar una historia. Una vez conocí a a un chico igual que yo. Igual, totalmente igual. Era lindo, súper detallista, preocupado hasta la última médula. No dejaba de llamarme. Sospecho que yo estuve muy enamorada de él, platónicamente claro. En ese tiempo yo tenía un novio que era todo lo opuesto a mí: si yo vestía de rojo, él siempre de negro; si yo era una explosión andante, a él le llovía una nube sobre la cabeza; si yo era alocada, él analítico; la cosa era que yo vivía pegada a él como un naufrago a una tabla (de hecho viví pegada a él muchísimo tiempo y muchísimas veces en los últimos 10 años, pero esa es otra historia de la que ya bastante he hablado acá). El caso es que conocí a este chico. Todo un príncipe charming, todo amor y detalles, era una lindura. Hasta que me di cuenta que era igual a mí: asfixiante, inseguro, con la manía de llamar 15 veces al día, con unas ganas locas de querer tener siempre el primer lugar en todo, con los celos a flor de piel, con un pliego de reclamos incorporado; sí, era igual a mí. Sospecho que si yo hubiera estado locamente enamorada de él (como me he prometido no volver a estar de nadie más, bueno digamos "locamente obsesionada", que es lo que me he prometido) las cosas hubieran sido perfectas. Aunque también sospecho –claro, es solo una sospecha basada en mis tonterías e inconformidades- que me hubiera aburrido de él y solo lo hubiera querido más cuando hubiera empezado a alejarse. La pasamos bien el tiempo que la pasamos. Y yo hubiera querido enamorarme totalmente de él más que de ninguna otra persona sobre la faz de la tierra, pero bueno… a mí todavía me faltaba un buen tramo para decidir ahogarme un poco antes de salir a flote por mi misma, sin tablita ninguna.
Sí, Maga, he conocido a algunas personas parecidas a mí pero todas ya no están conmigo. Estaba este, el chico charming del que creo nunca me olvidaré. Lula, mi gemela, que es como verme salida de un espejo, pero es totalmente diferente a mí (para su propio bien y salud mental) y que ahora vive feliz en el Portugal latinoamericano. Estaba una de mis ex mejores amigas que también tenía la manía de llorar y de escribir y unas aspiraciones muy grandes y que se fue en busca de ellas y me olvidó por completo. Ahora la veo y nos decimos hola, adiós, feliz cumpleaños. Estaba también otra chica linda, que fue una buena amiga mía por mucho tiempo pero que por cosas de la vida y de los hombres ahora veo muy poco. Y él último fue él, mi "buena suerte y hasta luego” (http://en-una-jaula-de-cristal.blogspot.com/2009/02/buena-suerte-y-hasta-luego.html), alguien que se llevó una parte de mi vida cuando se portó súper mal conmigo. Alguien que me hizo entender la frase de mi novio cuando dice, con toda la sabiduría del mundo, que hay personas con las que uno llega a un punto de no retorno. Y bueno, supongo que estás tú virtualmente y a algunos kilómetros cibernéticos, y algunas otras personas que me escriben y me leen, eso sin duda me hace sentir menos sola en el mundo y menos boba también.

5 Comentarios:

A la/s 18/6/09 5:15 p.m., Blogger Clip dijo...

Nunca sabrás lo que podía haber sido y no fué, es el coste dela oportunidad pérdida. Si quieres especular sobre la continuidad de esa pareja no lo sé.
A mi me gustaría alguien parecido a mi.

Besos !!

 
A la/s 18/6/09 7:12 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Sandra: Acabo de tragar saliva,porque he terminado de leer tu post.Las lagrimas estaban al tope pero me dije nooo! No es para tanto.
Tras unos minutos veo bien, qué extraña es la vida, que puerta tan rara es el mundo de los blogs que me permiten conocerte porque aunque no lo creas me conozco a mi misma. Y sí es para llorar porq has hecho una revisión rápida de lo que ya he vivido. Y me sorprendo.

Me cuentas historias que yo tambien he vivido. salvo la gemela. Y no te miento. Uno me arrancó una parte tras 10 años.Otro se parecía tanto a mi q me confundía.Sigo esperando sin buscarlo.

Un brindis por las experiencias, los miedos y los retos.

Gracias por el psicoanálisis.
Maga

 
A la/s 19/6/09 8:37 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Sí, yo tb me digo, qué increíble es esto de los blogs. Mato demonios cada tanto y lo mejor me siento acompañada (veo que a veces esto puede ser un exorcismo muto, gracias, así es mucho más facil!).
Gracias por leerme, Maga, y por estar allí.
Besos a todos
S.

 
A la/s 19/6/09 4:11 p.m., Anonymous cincuenta de camote dijo...

está interesante tu blog sandra. prometo revisarlo más a menudo.
un saludo grande desde chimbote

 
A la/s 27/6/09 5:27 p.m., Blogger andrea dijo...

Es cierto, yo también encontré a uno que se convirtió en igual a mí, hasta empezó a hablar como yo y llegué a no soportarlo .. pero ahora que se está alejando, quisiera que vuelva a ser como yo o que sea él, pero que sea. Es muy extraño todo esto no?

me ha gustado tu blog, cuidate

p.d. pon el gadget de "seguidores" para seguirte a menudo.

Besos
A

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal