En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

sábado, 13 de junio de 2009

Esta semana...

...he tenido un ataque de celos, nervios, llanto, falta de sexo, falta de ganas de sexo, preguntas sobre la falta de ganas de sexo, líos internos, sueños bobos, mucha felicidad…
Esta semana he querido comportarme como una ama de casa, una mujer madura, una chica de mundo, una escritora, una buena trabajadora…
Me he puesto un vestido que me hacia ver demasiado gorda y no me ha importado y no he desistido de mi plan y he salido a la calle igual con ganas de divertirme.
Me he tragado la mirada matadora de mi madre contando los panes que me comía en el lonche.
He ido a la peluquería y me he hecho un reacondicionamiento y las uñas y un masaje relajante.
He caminado con mi novio como si fuéramos dos hermanos, mejor dos primos, así incestuosos. Y hemos disfrutado de la tranquilidad de ser felices.
He visto que ya nadie comenta mi blog y me ha dado igual.
He tenido una reunión en el trabajo donde me han pasado la factura por todas las horas que paso en el chat y en las redes sociales.
He querido no ir al santo de mi mejor amiga porque me fastidian los lugares nuevos con gente nueva. Aunque últimamente también me fastidian los lugares viejos y la gente ya conocida.
He desperdiciado una invitación al teatro.
Me he quedado pobre por comprar medias pantys y el vestido demasiado gordo.
Me he vestido de lila por milésima vez.
Me he comprado un anillo y he decidido que volveré a buscar anillos (lapsus brutos, he querido decir usar anillos, eso de buscar anillos sueña a desear desesperadamente que te den un anillo, jajaja inconciente que le llaman, de seguro me van a decir, NO, YO NO CREO EN ESAS PAVADAS DE FREUD).
Le dije a mi novio por primera vez si tuvieramos un hijo
He bebido miles de chilcanos de pisco que no me irritaron el estómago ni me dieron resaca.
Me autodenomine Teresita y quise buscar la música de la Tere cumbia.
Tuve sueños raros sobre cosas del pasado. Jugadas raras del inconciente cuando ahora lo único que me importa es el presente.
Mi madre dijo por milésima vez su sarcástica frase “está bonito” con una cara que más bien parecía de water.
Mañana me escaparé de mi familia, del mal humor de mi padre, de sus comentarios desacertados sobre la salida de mañana de mi abuelo, de mi mamá y su cara de reproche a mi vestido demasiado gordo, del trabajo que tengo que entregar y que vendrán a recoger, del lunar que tengo detrás de la oreja y quiero desaparecer. Mañana me escaparé de mi casa, de mi misma y me iré a compartir un día domingo con la familia de mi novio y todo será felicidad a lo Ingalls.
Esta semana me he puesto como la Sandra esa de hace tres años con ataque de nervios, manos sudorosas, miles de cigarros, caminando por las calles aledañas de mi casa, pegada al celular esperando una llamada, histérica sin saber que hacer, como si estuviera en tolerancia y solo pudiera calmarme cuando él –mi droga- llegue. Esta semana volví por unos momentos a ser esa, esa a la que odio, esa que no debería existir. He vuelto a fumar también después de cómo 4 meses.
Mañana será otro día, a lo Scarlett O’Hara.
Esta semana te puse una prueba. Aún no me quito la maldita costumbre de ponerle pruebas a las personas. Y para variar la pasaste. Sé que eres mi chico, quisiera no dudarlo nunca.
Ahora me iré a bailar, contra todo pronóstico y pese a mis malas noche y mis pocas ganas he decidido irme a bailar hasta que mi cuerpo aguante.

2 Comentarios:

A la/s 16/6/09 4:59 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Dejpa de hacer pruebas y de someterte a ellas.. vive sólo vive.

 
A la/s 19/6/09 3:45 p.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

grax, trataré!

 

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