En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

martes, 6 de noviembre de 2007

Cero kilómetros. Camino lleno de fantasmas.

Supongamos que empiezo todo de nuevo. De cero. Como si no tuviera back up anterior. Como si fuera un papel bond de 90 gramos sin marca de agua. Y que decido ahora no ser obsesiva, no pensar demasiado, no argumentar, no torturarme. Que de pronto acepto lo que me dijo Richi, que ese nuevo chico delicioso y apetecible que camina a mi lado es bello, hermoso, perfecto, pero es un extraño. Supongamos que decido no atemorizarme con eso. Todos somos extraños al principio y nos ponemos extraños en muchos momentos. Entonces supongamos que no enloquezco ante la idea de pensar que estoy durmiendo con un extraño. Eso no debería ser un problema muy grave, todos o el 99% de los mortales, hemos dormido con un extraño alguna vez. Claro que acá la cosa se pone más intrincadamente difícil porque yo estaría durmiendo con un extraño que tiene amarrado mi corazón, mi deseo, mis ganas, mi voluntad. ¿Y cómo no enloquecer ante eso? ¿Cómo no detenerme a meditar un poco? ¿Cómo hacer para empezar a querer a alguien con la suficiente distancia para que no te rompa el corazón (cuando lo haga)? Porque así soy yo, una Sandra loca y fatalista que a veces piensa que las cosas buenas no le llegan a ella.
Vamos por el principio. Por esas ganas que tengo de no enloquecer. Por ese afán de no querer ser suspicaz, de no averiguar cosas, de no buscar la página de la RENIEC, los antecedentes policiales, el INFOCORP, y todas esas debilidades tan mujeriles que me consumen. Ahora me digo: No. No vas a estropear todo haciendo averiguaciones tontas, volviéndote desquiciadamente invasiva. (No, Sandra, niña mala, no vas a hacer eso).
Entonces me calmo y me digo a mi misma que lo único que hago es ver fantasmas. Y allí me cae con fuerza todo ese saldo que me dejó mi relación anterior. Sí, esa. La del chico que decidió irse a Ruanda a hacer su trabajo de campo y me dejó sola, abandonada y triste diciéndome que cuando terminara nos casaríamos de blanco como Dios manda. La relación de toda la vida. La que me hizo poner mi final de novela como El amor en los tiempos de cólera. La del chico que no sé si ha comprendido que cuando él se tomó ese avión, yo me tomé el mío hacia Lima y terminé con eso.
¿Será que veo fantasmas? Que si todo va demasiado bien me asusto porque sé que por una ley natural de ying y yang pronto, muy pronto todo empezará a ir mal proporcionalmente y yo y mi corazón y mis ganas no podrán resistirlo. Entonces trato de espantar esas boberías de mi filosofía de cocina personalizada y solo aplicada a mí, y pienso que tal vez yo también me merezca la felicidad, la normalidad y eso que tienen todas las muchachitas lindas. Y pienso que tal vez deba dejar de ver fantasmas y darle una oportunidad real a este chico de mirada-Banderas. Pero me da miedo, he de confesar. Me da miedo porque ahora siento que debo querer con desapego, y yo nunca he sabido querer así, sin embargo ahora lo hago a trompicones y a ensayo y error.
Me gustas tanto, tantísimo, que no sé como hacer para que mis saldos negativos, mis buenos recuerdos positivos, mi afán detectivesco, mis celos rojo vivo, mi locura, mi blog, mis fantasmas y mi cualidad de esponja no estropeen esto. No sé como hacer para hallar el equilibrio exacto entre quererte y cuidarme (sólo se que no dejaré que ningún mes de abril de vuelva a engañar!!!!!!). Me has visto histérica, miedosa, negativa, jodida, celosa y yo quisiera mostrarte todo eso a la enésima potencia de una vez por todas para saber si vas a soportarme o si vas salir corriendo. A fin de cuentas tú también estás durmiendo con una extraña: que no sabe cocinar, que nunca bebe leche, que no lava su ropa, que se engríe la mayor parte del tiempo, que es adicta al chocolate y que puede tener celos hasta del aire que respiras. Pero supongo que todo eso lo conocerás poco a poco y que juntos dejaremos de ser unos extraños el uno para el otro. Yo prometo dejar de ver fantasmas en el piso, en las paredes, en tu ropa y en mi cama. Y solo aquí, porque sé que no conoces de la existencia de este blog, puedo decirte -sin necesidad de bajar la mirada- que ya estoy jodida porque no sé como dejar de empezar a quererte y a pesar de que eso me aterra –casi como si fuera una muerte segura- estoy infinitamente contenta de que estés en mi vida, mi amor.

13 Comentarios:

A la/s 6/11/07 11:05 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

Assssu... ¡¡¡Qué heavy!!! Bueno, yo nunca tuve esas necesidades de vern en el RENIEC o esas cosas, aunque debo confesar que a la mayoría de mis amigos les ganan las ganas, jejejeje.
Quizá todos tengamops un poquito de eso, ¿sabes?
Un beso Sandra, trata de disfrutar sin dejarte llevar por las dudas. Besiños.

 
A la/s 6/11/07 11:09 a.m., Blogger F dijo...

xuxa. mejor escribelo a mano y enviaselo por correo postal..

 
A la/s 6/11/07 11:14 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Thanks, J., lo haré o tratare de hacerlo.

F.: fácil en la puerta del correo caigo fulminada por un rayo jajaja

 
A la/s 6/11/07 5:14 p.m., Blogger enrique dijo...

MI QUERIDA SANDRINHA, NO HAY MEJOR DESTINO QUE EL QUE NOSOTROS CON NUESTRO ESFUERZO CONSTRUIMOS, ASÍ QUE ES MEJOR VIVIR Y CONSTRUIR LA REALIDAD A PARTIR DE LA EXPERIENCIA DE LO TANGIBLE.
NO HAY PEOR DESTINO QUE AQUEL CONSTRUIDO POR NUESTROS MIEDOS.
DE ESTE MODO SE VUELVE TODO INSOSTENIBLE CON LAS PROFECÍAS QUE ANTEPONEMOS A NUESTRA FELICIDAD.

BESO,
E.

 
A la/s 7/11/07 10:01 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Gracias, E. Algo así necesitaba oir. Me sacudiré las cojudeces!!!
TE quiero!

 
A la/s 7/11/07 6:19 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

thinmar dice: quien te mintio que las chicas lindas son felices? todos solo quieren joderselas y luego botarlas. si eso es la felicidad, pues yo tampoco la quiero otra vez.
thinmar dice: la ventaja entre el ajedrez y la vida es que en el ajedrez siempre se peude volver a empezar.

 
A la/s 8/11/07 6:22 a.m., Blogger  dijo...

Mmmmm Sandra, demasiada lucidez para un solo post...! qué puedeo decirte que tu obsesiva mente no haya pensado ya? (sabés que lo veo desde la misma vereda) Lamentablemente no creo que haya muchas posibilidades de dejar de ser una obsesiva. Mis 28 años de experiencia me lo dicen.
Por otro, quién querría perderse de todas esas delicias solo por temor a que terminen mañana...??
Vamos, recuerda tu post acerca de.."un cuerpo sin cicatrices..." y el que este inspiró en mi propio blog...
Saludos a ti, y a tu chico de mirada Banderas...

 
A la/s 8/11/07 10:16 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Thinmar: error mi precioso,en la vida como en el ajedrez siempre se puede volver a empezar porque aunque no lo creas todo no está escrito.

Mi querida Onira, es verdad, ¿cómo se hará para sofocar a todas las obsesiones con un mismo pañuelo?
Tienes razón no me voy a perder de vivir todas estas deliciosas cursilerias (una raya más al tigre qué será...) Besossss

 
A la/s 10/11/07 8:02 p.m., Blogger Luis Iparraguirre dijo...

Valiente... unos dirán incrédula, pero yo digo valiente. Si amas dícelo. Como tú. Como yo. Valiente, muy valiente.

 
A la/s 14/11/07 10:51 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Es que el temor a que te falle te paraliza y cuando menos lo esperas o quizá cuando más lo quieres te decepciona y además medita!!!
Joder!
cómo le haces para desapegarte?
si ya te ensartaste ...de nuevo.

Dónde romper el circulo? Para empezar a vivir?

 
A la/s 15/11/07 9:43 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

los circulos nunca se pueden romper, lo unico que puedes hacer es saltar fuera de ellos
gracias por la visita, anónimo y a ti tb luis, tu blog es extraordinario!!!!!

 
A la/s 15/11/07 5:29 p.m., Blogger Sonia Cautiva dijo...

Mucha suerte para con tus deseos de ese amor que querés de esa manera. ¿Lo hice difícil?
Quiero que ames, seas feliz, que te corresponda y si no sale bien...al dicho de mi madre" cuando una vela se apaga queda otra vela encendida" o si no "en cada esquina hay alguien que te está esperando". Yo, seguro podría ser tu madre, por mi edad, 74. Y la mía se lo decía a mi hija hasta los 90.
¡Animo!¡Suerte!

 
A la/s 23/11/07 2:51 p.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Gracias, Sonia, que lindo mensaje. Me arranco una sonrisa. Gracias por visitar mi jaulita.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal