En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Los cuentos de hadas me asustan más que las novelas negras

Es el destino, pequeño niño. Es el destino y no otra cosa. Y uno no puede corrérsele al destino. Lo he tratado de hacer por cuatro años desde que te vi por primera vez en ese café y no quise cambiar nada de mi vida perfecta. Pero igual las cosas se encargan de cambiar aunque tú no lo hagas. Es el destino el que siempre ha hecho que algo que me sabe a ti me dé el encuentro. Es el destino el que me dejó plantado el auto en medio de la calle cuando justo tú pasabas por allí ¿para darme un aventón? Es el destino el que todo este tiempo me ha hecho sentir ridícula porque nuestra historia tiene un sabor a “Blancanieves y los siete enanos”, a una telenovela mala de Talía, a película rosa de Sandra Bullock con casa del lago incluida o a la única novela epistolar que he leído y que espero que Bryce no haya plagiado. Nuestra historia tiene sabor a ese mundo tonto que he creado en mi cabeza y que ahora se me revela, me asusta y me hace una vez más escribir algo para ti. Es el destino, no puedo decir nada más, niño mío.
Los cuentos de hadas me asustan más que las novelas negras por eso no he querido verte, por eso he dejado de llamarte, por eso ahora que me he quedado sola y que el mundo ha girado de nuevo y nos ha puesto cara a cara, estoy acá con mi ropa nueva, con mi maquillaje de larga duración, con mis botas taco aguja y con un miedo terrible esperando a que vengas a buscarme y que ese maldito destino haga lo que desde hace tiempo ha querido hacer.

11 Comentarios:

A la/s 26/8/07 2:06 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Hola; los cuentos de hadas ya no me causan la misma impresión que antes, quizá por eso asustan más, porque te das cuenta que te pierdes en el tiempo todo lo que dura el cuento, en vez de salir por ahí y tomar un café leyendo un buen libro... Beso.

 
A la/s 27/8/07 2:49 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

a las mujercitas nos educaron en cuentitos y siempre pensamos que llegara el príncipe charming y nos rescatará. vivimos nuestras propias novelas. nadie nos dice que la vida no es así.

 
A la/s 27/8/07 9:26 p.m., Blogger Sibyl Vane dijo...

Es en vano intentar cambiar el destino.
Si tiene razón con las cosas que nos hace, no lo sabremos hasta que todo haya terminado.

No intentes evitarlo, nunca podrás. Por eso se llama destino.
Saludos.

 
A la/s 28/8/07 10:29 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Sí, es verdad, pero necesito que el destino me destine de una vez por todas!!!!

 
A la/s 28/8/07 4:59 p.m., Blogger  dijo...

Le temo mucho al destino, y a esa condicion de "inevitable" que le adjudicamos.
Los cuentos de hadas tenían su función en una época en la que era necesaria mantener a la gente bajo control, a través del miedo.
Pero en el presente, nada mejor que "ponerse las botas" como decís, y salir en su búsqueda...
Siempre es una buena opción,aún si el muy cobarde pretende huir ;)

 
A la/s 30/8/07 12:04 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

Lo que dice Onira es verdad, los cuentos se hicieron para crear monstruos del bosque, meter miedo a la gente...

Yo creo que el destino es otro cuco de los cuentos de hadas... a veces hay que enfrentarlo para saber que es realmente, con botas y con todo el maquillaje que quieras. No lo evitarás, pero si podrás aqniquilarlo, siempre existe la posibilidad...

 
A la/s 31/8/07 5:13 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Tal vez el destino te está planteando una nueva oportunidad.
Está en ti averigüar si lo es.

 
A la/s 3/9/07 11:46 a.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

Espero que sea eso, Purpurita

 
A la/s 6/9/07 3:44 p.m., Blogger Gabriel Rimachi Sialer dijo...

tal vez tu destino sea el reconocer que no tienes un destino preestablecido y entonces sí que estás jodida, porque eres absolutamente responsable de cada uno de tus actos y no tendrás (como tienen muchos) alguien o algo a quién o qué echarle la culpa) cosa monstruosa por cierto, pues es cierto aquello de que una pena entre dos es menos atroz (aunque suene recontra gay y mariconsísimo). Habrá que seguirle dando a esta vida, con un palo y sin descanso: algo nos tiene preparado, y en algún momento nos lo dará. Besos.

 
A la/s 7/9/07 3:32 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

En general (y porque llegan notificaciones de actualización de este blog a mi correo), si el conjunto pretende ser un diario con ínfulas voyeuristas, pues para ello se hace necesario la contraparte morbosa (el voyeurista se excita viendo algo o solazándose con un espectáculo que encienda su chispa), y eso, por aquí, como tibiecito nomás. Mucha idiosincracia medio-plástica (odio New York, odio Lima), mucho razonamiento Barbie-neorológico. Mucha reflexión que desemboca siempre en un vacío. Un poco de pimienta y sal (ratos de cama, odios sinceros, introspecciones despiadadas) y podría estar mejor.
Y por supusto, controlar la mano (y la lengua) que suelen ir siempre más rápido que vuestro cerebelo. Saludos.

 
A la/s 30/6/08 4:46 p.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

y asi fue... lo que no nace no crece (maldito adagio)

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal