En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

viernes, 4 de enero de 2008

Y en el reloj de antaño como de hace un año / Y en los primeros días del calendario

Y se fue el 2007 y llegó corriendo el 2008 y todo siguió igual pero con grandes cambios. Lula está a un paso del altar. Mi otra mitad se vestirá de blanco y caminará por el pasillo de una iglesia, yo estaré parada a su lado con un vestido menos bonito y de color pastel. Sé que no tirará el bouquet, me lo dará a mi y torneará los ojos como quien dice: "ya te tocará, querida sister". Luego miraré las fotos y eso me hará hacer un inevitable viaje al pasado. Pensaré que soy yo, de hecho yo debo verme igual, exactamente igual que Lula en ese vestido, salvo que yo hubiera escogido una coronita de flores y no un sombrero. La fecha es casi la misma, la iglesia es la misma, salvo la familia del novio, del novio ese que si no hubiera tomado ese avión africano tal vez dentro de un par de días sería mi esposo. Y entonces tal vez, esta no sería la boda de Lula sino una boda doble de dos gotas de agua y yo no tendría que ser su dama sino que nos casaríamos tal y como vinimos al mundo (no calatas sino juntas).
Así empieza el año, conmigo haciendo viajes imaginarios al pasado; recibiendo la tarjeta del eks-novio del avión que me desea suerte y éxitos (qué carajo son "suerte y éxitos"???); con Lula en los corre-corres; con Fer regresando hermosamente bronceada y de la mano de un nuevo novio extranjero; con Richi disfrutando de su "suerte y éxitos" (vaya que los ha tenido); con el eks novio en el país africano terminando su estudio; con vacaciones para quedarme acá y por primera vez en mi vida no tomar la mochila, poner el dedo en mapa y salir corriendo; con un nuevo amor, casi casi como si el destino de todos las magas del mundo fuera buscar el amor interminablemente sin encontrarlo nunca (y no digo que yo sea exactamente la maga, cuánta pretensión!). Tal vez así como hay hombres que saben irse y volver, pero que nunca han aprendido a quedarse, hayamos mujeres que amemos más el proceso que los resultados, el camino que la meta. Estoy feliz, de verdad, nunca había sido feliz así como lo he sido en los últimos tres meses, feliz y angustiada pq veía la felicidad como uno de estos días limeños, con ese clima engañoso que puede hacer que te pongas la mini y el topcito y estar rezando toda la tarde para que no haga frío. Así me ha sorprendido la felicidad el año pasado con esa especie de desapego que hace que pienses que se puede ir tan rápido como los días se nublan en Lima por estas fechas. Uno piensa tanto en la felicidad, buscarla se convierte en una tarea titánica y a veces cuando la tienes simplemente te das cuenta de que no sabes cómo procesarla.
¿Haber encontrado un nuevo amor es tener el amor? Tenerlo así cómo se puede tener un chocolate y devorarlo de golpe o guardarlo y mostrarlo con orgullo como quien posee una preciada botella de vino de buena cosecha. Nadie puede tener, realmente "tener", nada. Allí está mi filosofía barata, empezar el año nos da el síndrome Coelho a todos…
Han avanzado cuatro días en el calendario, supongo que todos nos sentimos tentados a hacer un balance de lo bueno y malo, yo me siento tentada a encontrar un puerto o a dar vueltas pensando que eso es lo que me falta cuando ya aprendí el año pasado que mi puerto tiene nombre de mujer y apellido de Lisboa. Quiero pasear por mi playa privada, caminar por la arena, tirar las piedras malas al mar y subirme al barco y dar vueltas y vueltas y vueltas. La imagen de mi playa cambió, pero el paisaje aún sigue siendo rico y prometedor. Aún estoy yo allí dirigiendo el barco y eso es lo que cuenta.

7 Comentarios:

A la/s 4/1/08 12:30 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Querida Sandra,
he leìdo tu post y no he podido dejar d esentir cierta complicidad contigo, y no he podido dejar de sentri que de alguna forma cosmica tu y yo somos iguales o al menos partes iguales de algo igual a nosotros mismos, "el tiempo que nos hizo nos deshizo", dice Paz, pero yo prefiero pensar que el tiempo como tu jaula, es solo una alegorìa de algo que ya no està.

tuyo,

Alejandro P.

 
A la/s 5/1/08 1:35 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

Querida Sandra esperaba con ansias tu post y como siempre, eres eco de mi alma. Almacenando encuentros y desencuentrros me hace feliz saberlos por ti ya que mi voz se apaga en el umbral de mis labios y me guardo.

 
A la/s 8/1/08 7:32 p.m., Blogger Sandra Texeira dijo...

He estado leyendo blogs todo el día. No tengo buen ánimo ahora. Tampoco mal ánimo. Quiero solo ver una comedia muy divertida, lavarme los pies, que me hagan masajitos y comer canchita pop corn. Todo ha salido bien con demasiada blancura. Ayer miraba papeles viejes, descubrí que te extraño cuando te recuerdo como un condenado a muerte empieza a extrañar hasta la comida que peor le salía a su mamá. Ayer empezaron a salir todos mis demonios. Me molesto pero me olvido del proceso. "El proceso", "el proceso", fue un largo proceso el que me hizo llegar hasta ese punto que ahora estña lejos. Fue mucho tiempo, muchas cosas y sin embargo en otras siento que he avanzado más. hay días en que te extraño como una naúfraga a una tabla, hoy no es una de esos días. Hoy solo quiero un masaje en el cuello, talco para pies, una limo a la salida de mi casa, helado de vainilla francesa y un postre que no me haga subir ni un gramo y a mi amor durmiendo al lado mío y despertándose para besarme la oreja.

 
A la/s 10/1/08 7:18 p.m., Blogger Jause dijo...

El recuerdo del ayer y la esperanza del mañana, no llores penas que mañana sera un nuevo dia. Feliz año

 
A la/s 11/1/08 12:13 p.m., Blogger markín dijo...

Cada uno con su barco en el amplio mar. alegría cuando hay viento a favor y cuando se le domina. Pesadumbre cuando caes en lo incierto, en ver el cielo congestionado y oscuro.

Lo bueno es saber que se amance, que el mal no durará o no hará mucho si la barca de neustras vidas está preparada.

Espero ver tu bandera en la mar de la vida.

Chau.

 
A la/s 11/1/08 12:16 p.m., Blogger Martín Vargas dijo...

Yo no podría sacrificar el amor por mi, por mi futuro,por mi carrera. Y vaya que me han dado chicotazos los amigos, pero no puedo. Entonces, comprendo lo que sientes cuando alguien que s emarchó desea éxitos. A la mierda sus deseos. Un hoyito en la arena de una playa clandestina, ahí descansan los besos y las caricias impostadas.
saludos
martin

 
A la/s 15/1/08 8:34 a.m., Blogger Pepefina dijo...

Querida, es asì...yo quiero seguir dirigiendo mi barco, pues eventualmente sale el sol y quedo completamente ciega, pierdo el control sobre el bosquejo que le da forma a mis días.
Esa felicidad vertiginosa me tiene al borde de una nube, pero está en nosotras mantenernos tan firmes como las bailarinas de una cajita musical.

 

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