En una jaula de cristal

Siempre he querido escribir un diario, pero con un afán voyeurista. A pesar de ser reservada creo que cuando hay un incendio es bueno echarle un gran chorro de agua, por eso escribo esto como letras arrojadas al viento desde una urna transparente.

lunes, 21 de enero de 2008

El atemorizante blog de mi hombre perfecto

Me quiere buena, como una niña de mandilito blanco. Que no me pinte las uñas de los pies. Quiere que deje de hablar de mis eks, de los hombres que conocí y he conocido… Odia eso. Odia que hable con cariño de otros, le da celos que nunca va a demostrar porque quiere dejarme a mí la angustia de ser la celosa de la relación, pero se ha dado cuenta de que mis advertencias sobre los celos no eran mentira y él que estaba dispuesto a hablarme de su “oscuro pasado”, a compartir conmigo su “lista negra” ha decidido seguir mis indicaciones y rendirse ante mi “no quiero saber”. Pero quiere contarme todo de él y saber todo de mí aunque le joda. Pero no quiere que lo escriba todo como si lo estuviera viviendo de nuevo cada vez que lo comparto.
No entiende porque a veces hay que apretar el botón de “reiniciar” para que yo siga siendo funcional. Quiere hacerme hablar de todo, aún cuando sabe que no puedo expresarme, que me es difícil plasmar las cosas en palabras si es que esas palabras tienen que salir de mi boca directamente, sin metáforas ni sutilezas. Pero quiere hablar. Se sabe diferente a todos los hombres (porque le gusta hablar de los problemas, no se va corriendo en las discusiones y plantea soluciones) y por eso se hace llamar a sí mismo “un buen tipo”. Le asustan mis silencios y se preocupa si no me río estrepitosamente como es mi costumbre. Le asusta mi mundo. Mi familia demasiado “portuguesa”, bulliciosa, musical y amante del vino verde. Siente una cosa rarísima cuando me ve al lado de Lula y se perturba. Sabe que se ha metido a mis padres al bolsillo y se siente orgulloso de “ser un buen novio que me hace feliz”. Le desconcierta no saber que me pasa –a veces- y le jode, le “hincha las pelotas” que me quede callada y no diga nada. Quisiera saber que debe decir para “hacerme hablar”. Le gusta dormir conmigo, “ella es el mejor remedio para un insomne como yo”, escribió. Pero cree que soy una histérica, “una linda histérica, pero histérica al fin”. No puede entender mi vocación por el conflicto, eso le hace preguntarse a veces: ¿qué carajo hago acá?, pero luego se responde que acá es donde quiere estar. Dice que reparó en mí desde la primera vez que me vio, pero que no pensó que tenía “este carácter” (supongo que se refiere a que tengo carácter fuerte y hago la pelea) y que eso lo sacó de cuadro, “una mujer fuerte” –dice- “una fierecilla domada” (jajaja no sabe la que le espera). No le molesta que ronque cuando dormimos juntos, pero detesta mi costumbre de ver series de tv y de dormir arrullada por Warner Channel, Fox o Sony. Ha querido mandarme muchas veces a dormir a la sala o cambiarse de cuarto o despertarme y decirme: “es antinatural lo de la tv”, pero se las aguanta (y ni siquiera él sabe porque). Dice que al principio todo de él me gustaba y ahora siempre es: “Córtate el cabello, aféitate, no te pongas ese polo” y mi mandonería pone en jaque al machista que vive en él. No ha sido fácil para el acostumbrarse a eso después de estar solo tanto tiempo. Menos aún después de haber compartido su vida con una persona tanto tiempo con la que tenía otras rutinas. A diferencia mía -y lo escribe con mayúsculas- ODIA A SU EX, por razones que nunca menciona (que a mi me suenan a un engaño brutal casi como que lo planto en el altar para casarse en Argentina con su hermana y que además espera el hijo de su mejor amigo). Pero la odia y le jode que yo me lleve bien con el mío, quisiera que yo también lo odiara o que me fuera absolutamente indiferente. Le molesta que le diga que el odio es algo que no te deja avanzar y opta por callarse porque “no tiene nada que agregar”. Le da melancolía no poder entenderme (si supiera que ni yo entiendo mis susceptibilidades), no quiere dejar de ser él mismo pero tampoco quiere lastimarme y no sabe el punto exacto entre ser firme y ser torpe. Dice que eso que me dijo borracho la otra vez, es verdad pero que no lo va a decir de nuevo –a menos que se le vuelva a salir en ebriedad- porque quiere que las cosas estén todas en su sitio y no quiere correr.
Creo que está empezando a amarme pero también tiene miedo, igual que yo.

7 Comentarios:

A la/s 21/1/08 7:22 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

bien macho tu macho men

 
A la/s 21/1/08 11:15 p.m., Blogger markín dijo...

Al parecer estás conforme, tanto como él.

Si el placer es mutuo, no es malo el intentar aunque... el caracter, cuando se desgasta el "amor" suele ser jugar en contra.

Pero, como bien saemos, no hya reglas. cada ser con sus reacciones individuales.

chau.

 
A la/s 24/1/08 6:57 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Saaaandraaaaaa:

Que te ame de una buena vez.

Mil veces le he dado vuelta a este post.

¿Es que acaso tooodas las mujeres tenemos este bendito(por no decir maldito) lado tan tierno que asusta y cautiva a la vez a quien "pretendemos" con admirable locura?

Al final del túnel somos simples galletitas dispuestas a ser devoradas.

Si el mío leyese tu blog jugaría que he sido yo!

Un abrazo mas femenino que nunca,ése de compinches.

 
A la/s 27/1/08 9:39 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

alkilo dejavu para cuarentena

 
A la/s 29/1/08 2:18 p.m., Blogger Martín Vargas dijo...

el pasado siempre anda merodeando, hay que enterrarlo, aunque siempre se da maña para escarbar el maldito.
Me gusto el post. Uno de los mejores que te he leído amiga. Mucho bobo, pasión desbordada, amor,,, amor? dije amor? Que se yo de eso!!!
saludos

 
A la/s 30/1/08 6:16 a.m., Blogger  dijo...

jajajaja yo también creo que están comenzando a amarse. Se nota que hacen linda pareja, de esas que cuando discuten, se insultan y se arrojan objetos, para terminar enredados en la cama, en medio de tironeos que se transforman en caricias, e insultos que se vuelven jadeos. Lo que se dice "una de acción". Mis mejores deseos para ustedes, amigos...

 
A la/s 2/2/08 3:56 p.m., Blogger Gabriel Rimachi Sialer dijo...

“Córtate el cabello, aféitate, no te pongas ese polo...” al principio nos miran deslumbradas y así uno ande con la barba por el suelo se sienten felices. Es cuando empiezan a decir lo que dicen cuando te das cuenta de que tal vez lo único que vieron en tí, es el la base del molde de hombre que siempre soñaron, y entonces eeeeeeempiezan... “Córtate el cabello, aféitate, no te pongas ese polo”... igual las queremos, Sandrita... igual...

 

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