Los dolores de cabeza de las 5 de la tarde
Todos los días a las 5 de la tarde me duele la cabeza. Es como si tuviera un reloj para los infortunios. El calor, el stress, no sé, pero los dolores son continuos y casi programados.
Me inicia un dolorcillo a los costados, en las sienes, como un breve y pequeño latido, una pesadez, y luego se desencadena. No es insoportable, no es grande, no es de esas migrañas que te tumba a la cama y te obliga a guardar reposa y apagar la luz. Quizá eso es lo que más me jode: que es un dolor pequeño y estúpido pero repetitivo y peremne. Odio los pequeños dolores, que te joden el día, que no te dejan hacer nada con tranquilidad. Es una paradoja, quizá una tontería pero prefiero los grandes: esos que te obligan a guardar reposo, a no hacer nada. Con un dolor pequeño, como este, siento que no es lo suficientemente fuerte para abandonarlo todo y ponerme a dormir, me daría culpa dejarlo todo por un dolor tonto, pero igual molesta, igual fastidia, igual duele y no te permite hacer las cosas que te gustan con pasión y felicidad. Espero que no se me siga rompiendo la cabeza.
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