Bigamia
He soñado que tenía dos novios. Uno era mi novio: el actual. El otro no sé quien era, no recuerdo haberle visto la cara, ni haberlo tenido cerca. Pero sabía existía. Que era un sujeto diferente a mi novio de verdad. No sé si mejor o peor. Con un trabajo más guay, un estilo inigualable de vestirse y con una billetera que mataría a cualquier galán. No lo sé. A él no lo vi en el sueño pero su presencia era palpable. No recuerdo tampoco si este chico, en vez de ser la némesis del novio real era un parte de él o su parte no explotada. Lo que sí sé -porque el sueño me lo decía abiertamente- es que mi familia y mi novio (el mío de mi, el que sí existe y al que veía claramente en el sueño) sabía de la existencia del otro chico. Todos los sabían. Mientras recibía su beso de despedida en una especie de reunión familiar mía y me iba por la puerta de mi casa, él sabía que yo iba a ver a mi otro novio. Y yo mientras cruzaba la puerta me preguntaba en un rapto de reflexión que no podía ser posible que estuviera con dos hombres o que tuviera este extraño chance de decidir en la marcha con cual de los dos debía quedarme. Era eso: yo sentía que tenía que decidir. Y entonces quizá algo bueno ha salido de este sueño porque ocurre que tal vez yo he llegado a esa consciencia que me hace saber que dobletear y decidir sobre en el camino no es una opción: lo tomas o lo dejas, baby, así es.
1 Comentarios:
Yo siempre despierto con culpa. Qué bonito poder leerte tan cerca.
V.
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