Mi corazón es frágil
Mi corazón es una pieza frágil y tiene algunas fracturas que han sido pegadas, y como todas las fracturas las cicatrices se hacen evidentes de vez en cuando. Las cicatrices me duelen cuando me entero de mentiras, cuando me siento amenazada e insegura, cuando algo da paso a que aparezcan mis antiguos temores. Y entonces mi corazón sufre y yo no sé cómo hacer para que deje de sufrir... Yo no sé qué hacer para poner las cosas en su lugar y decir: "esta cosa es esta cosa y no lo es todo, no es todo el mal sabor del pasado, no son todos los dolores antiguos". Yo no sé cómo hacer para que todo deje de dolerme y poder ver las cosas en su justa dimensión. Entonces el corazón me duele y siento que puede romperse, que podría explotar en cualquier momento dejando muertos y heridos. Y a veces cuando eso pasa no me mido, no puedo darme cuenta de todas las cosas y no puedo concentrarme en las heridas actuales, en las de ahora, en la gota que cayó al vaso, solo puedo ver el vaso lleno rebalsando de agua, la inundación, el dolor y disparo, como quien coge un fusil y mata todo... y cuando hago eso la más herida resulto ser yo, porque olvido lo que tanto reclamo: que todo tiene consecuencias. Y ahora tengo un reto, el reto de se inteligente, de saber discernir, de tratar que la forma en que digo o hago las cosas no malogre todo lo importante y válido que puede ser lo que tengo que decir. Y para que el corazón no me duela, para hacer que se calme y alcanzarle un vaso de agua y asegurarle: "oye, pequeño amigo, tú no te vas a romper", entonces escribo esto, que me calma, que me ayuda a ordenarme, a poder comprender las cosas en su justa medida y me digo al oído, yo misma, como desdoblándome, que ahora ya no tengo 20 años y no puedo hacer las cosas a la tonta y a la loca y que este es el tiempo de tomar una pausa, de pensar sin que cada cosa que piense sean pequeñas balas que me disparo a mi misma y de hacer las cosas como todos me han recomendado alguna vez que debo hacerlas: en el momento justo, en frío no en caliente y cuando todos puedan escucharme de la mejor manera. Y entonces ahora pongo a dormir lo que me está molestando, pongo a descansar lo que me pasa y yo me paso de mis problemas porque mi corazón merece tener días mejores, merece estar bien, merece no tener dolor, merece incluso que yo aprenda a resolver las cosas sin francotiradores, sin muertos, sin heridos y de la mejor manera. Sí, mi corazón lo merece.
2 Comentarios:
El otro día cuando me escuchaste de alguna manera sanaste mi corazón, creo que porque me enseñaste que el tuyo, sea que esté roto o en reparaciones, está ahí para el mío. Y me sentí muy feliz. Y el mío está ahí también para ti, aún cuando esté en reparación y recuperación. :)
gracias, querido, lo hermoso de tener un corazón bueno es que está rodeado de muchos otros iguales, que al juntarse pueden ayudarte para ser feliz, tqm
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