La vida en blanco
En algún momento pensé que la felicidad estaba emparejada al movimiento, al conflicto, al ir y venir de todo, a la convulsión... Sin embargo he comprendido sin esfuerzo que no hay nada que te haga más feliz que el equilibro. Y la felicidad a veces puede ser algo simple y tomar la forma de una buena taza de café, un cigarro mentolado, un beso de alguien que quieres, un guiño de ojo de mi abuelo o el ruido de la televisión a lo lejos mientras alguien que amas te llama a dormir a su lado.
2 Comentarios:
Acertada reflexión.
Saludos.
no concuerdo con nada de lo q dices Por favor, pon un enlace para comentar tu parafernálica reflexión sobre los siameses CHaufas
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